Éste será un espacio femenino, con la historia de los márgenes, tesoros desenterrados, sorpresas, amores y mucha, mucha visión de mujeres.

La Cenicienta, la que espera que venga el príncipe azul a probarle el zapatito de cristal, ya no existe. La que existe es la Cenicienta al revés, la que ama, pero nada de llegar antes de las doce (que es cuando la fiesta realmente empieza...), y si se quita el zapatito es porque le aprietan los pies y quiere seguir bailando sin que nada la moleste...

terça-feira, outubro 31, 2006

Poema XVIII


El vestido


Lo llevaba, cariño,
para que lo quitaras
mirándome en los ojos
y con las manos adueñadas
de mi cuerpo rendido.

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